domingo, 13 de octubre de 2024
Indicción
Calendario ortodoxo...
Domingo 13 de octubre de 2024
Tono 7 - Eothinon 5
Domingo de los Santos Padres del VII Concilio Ecuménico, 4 de Lucas
Hoy conmemoramos a
los santos mártires Carpo, Papilo, Agatadoro y Agatónica, en Pérgamo (251). San Nicetas, el confesor de Paflagonia (838). Hieromártir Benjamín, el diácono, de Persia (siglo V). Mártir Florencio de Tesalónica (siglo II). Nuevo gran mártir Crisa (Zlata) de Meglin (1795). Retorno de las reliquias del Venerable y portador de Dios Padre, Sabbas el Santificado (532) al monasterio de Massaba en Jordania el 24 de octubre de 1965. Hieromártir Jacobo de Hamatoura.
Islas Británicas e Irlanda:
San Comgan, hermano de San Kentigerno (siglo VIII). Santos mártires Fyncana y Fyndoca de Escocia.
Tito 3:8-15 ; Lucas 8:5-8a,9-15,8b
Oración
OREMOS HERMANOS
Al levantarme Te rindo gracias, oh Santísima Trinidad, por no haber desencadenado tu ira contra mí, pecador e indolente, en mérito de tu Bondad e infinita paciencia y por no haber¬me hecho perecer junto a mis iniquidades, sino que usando de tu habitual misericordia, me hayas levantado de mi letargo para que pueda desde el alba glorificar tu grandeza. Y ahora Señor, ilumina mi inteligencia, abre mis labios para instruirme con tus Palabras, comprender tus Mandamientos, y hacer tu Voluntad y alabarte confesándote en mi corazón y glorificar tu Santísimo Nombre. Padre, Hijo, y Espíritu Santo, ahora y siempre y en los siglos de los si¬glos. Amén.
Evangelio 13 de octubre 2024
LECTURA DOMINICAL 16 DOMINGO
2 СOR.6:1-10 МТ.25:14-30
Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios,
porque dice:
«En tiempo aceptable te he oído,
y en día de salvación te he socorrido.»
Ahora es el tiempo aceptable; ahora es el día de salvación.
No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea desacreditado.
Antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias,
en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;
en pureza, en conocimiento, en tolerancia, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero;
en palabra de verdad, en poder de Dios y con armas de justicia a diestra y a siniestra;
por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces;
como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, pero llenos de vida; como castigados, pero no muertos;
como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyéndolo todo
»El reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
El que recibió cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.
Asimismo el que recibió dos, ganó también otros dos.
Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
»Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y trajo otros cinco talentos, diciendo: “Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.”
Su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.”
Su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: “Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;
por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.”
Respondiendo su señor, le dijo: “Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí.
Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.
Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos,
porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Y al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”




 
