viernes, 3 de enero de 2025

Circuncisión de Nuestro Señor, Dios y Salvador Jesús Cristo. Mierc 1 de enero 2025

 Circuncisión de Nuestro Señor, Dios y Salvador Jesús Cristo

 Versos: "Con la Circuncisión de Cristo, la Ley fue circuncidada. Y con la Ley circuncidada, entró la Gracia*".



 La ley Mosaica estableció la circuncisión de los niños de género masculino (Éx. 12, 43-49 y Gén. 17, 9-19), la cual tenía lugar el octavo día desde el nacimiento del niño (Lev. 13,3). Esta ceremonia se desarrollaba dentro de la Sinagoga, por la mañana, con al menos diez personas presentes. De ese modo la circuncisión del niño Jesús tuvo lugar en la Sinagoga de Belén. Esta circuncisión manual en el cuerpo era un símbolo, que representaba la circuncisión del corazón, motivado directamente por Dios (Deut. 3,16 y 50,6).

El Niño de Belén, dado que nació bajo la Ley Antigua, debía ser sometido Él también a esta norma, el cual tenía el derecho a permanecer en vigor hasta su abolición. La circuncisión que celebramos y honramos como una fiesta Mayor dedicada al Señor** es la respuesta a quienes afirman que Jesús nació en la imaginación. Después de la circuncisión, regresó a su casa, y “Jesús avanzaba en sabiduría, edad y gracia ante Dios y ante los hombres”. En el Nuevo Testamento, el ritual de la circuncisión dio paso al misterio del bautismo, que el mismo prefiguraba (Col 2:11-12). La Fiesta de la Circuncisión del Señor comenzó a ser celebrada en la Iglesia de Oriente desde el siglo IV. El Canon de la fiesta fue escrito por San Esteban del monasterio de San Sava (28 de octubre y 13 de julio).

Además de la circuncisión, que el Señor aceptó como un signo de la alianza de Dios con la humanidad, Él también recibió el nombre de Jesús (que significa Salvador) en el octavo día después de su Natividad como una indicación de su servicio, la obra de la salvación del mundo (Mt 1:21, Mc 9:38-39, 16:17, Lc 10:17, Hec 3:06, 16; Fil 2:9-10). Estos dos acontecimientos, la Circuncisión del Señor y el hecho de recibir un nombre, recuerdan a los cristianos que han entrado en una nueva alianza con Dios y son circuncidados con circuncisión no hecha por mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso, en la circuncisión de Cristo. El mismo nombre “cristiano” es una señal de entrada de la humanidad en un Nuevo Pacto con Dios.

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