San Aristarco, originario de Tesalónica, fue uno de los setenta discípulos y compañero cercano del apóstol Pablo. Viajó con Pablo durante su tercer viaje misionero, ayudándolo en la difusión del Evangelio. Mencionado en Hechos y las epístolas paulinas, la tradición lo reconoce como obispo de Apamea y mártir, entregando su vida en testimonio de la fe cristiana. Su vida es un ejemplo de lealtad y sacrificio por Cristo.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario